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Emergencia: ONU y UNESCO coinciden sobre la seguridad de los periodistas en Afganistán

Por Araceli Aguilar Salgado - Presidenta del Congreso Hispanoamericano de Prensa


“En este momento crítico, nadie debe tener miedo de decir lo que piensa y se debe garantizar la seguridad de todos los periodistas, en especial de las mujeres”: Audrey Azoulay.





La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) urgió que las mujeres periodistas puedan continuar con su labor en Afganistán. Además, pidió que se respeten las normas internacionales y las obligaciones de derechos humanos, exigió este viernes 20 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

En medio de la crisis que se vive en Afganistán tras la toma del poder por los talibanes, las y los periodistas son otro de los sectores que se ve vulnerado, sobre todo en el caso de las mujeres, ya que quienes se encuentran en la vida pública suelen ser blanco de esta facción.

De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) solo durante 2021, al menos siete periodistas, entre ellos cuatro mujeres, han muerto en acto de servicio.

Según información de France24, el régimen Talibán ha iniciado una búsqueda en distintas regiones de las personas que puedan representar un riesgo para las medidas que imponen, y entre estas personas, se encuentran periodistas.

La localización, acorde con los datos recabados por fuentes del medio internacional, se ha llevado a cabo por lo menos en cuatro ciudades provinciales, en donde van puerta por puerta o intimidando a los pobladores.

La libertad de expresión y el respeto al trabajo periodístico deben continuar garantizados en Afganistán, Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, afirmó que “el acceso a una información fiable y a un debate público abierto mediante medios de comunicación libres e independientes es esencial para que los afganos vivan en la sociedad pacífica que merecen”.

Agregó que “en este momento crítico, nadie debe tener miedo de decir lo que piensa y se debe garantizar la seguridad de todos los periodistas, en especial de las mujeres”.

La Unesco aboga por que los avances logrados en las últimas dos décadas en materia de libertad de expresión no se reviertan “y que las mujeres periodistas, en particular, puedan continuar con su crucial labor”, de acuerdo a un texto de la organización.

La agencia de la ONU registró las recientes declaraciones, del movimiento talibán que se hizo con el poder hace una semana, de que no habría amenazas ni represalias contra los periodistas, y pidió que ese compromiso “se respete y se cumpla rigurosamente en todo el país”.

El día 18, la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y el estadounidense Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ en inglés) dieron cuenta de que dos presentadoras de noticias de la Radio Televisión de Afganistán (RTA) fueron retiradas de sus puestos de trabajo.

Se trata de las periodistas Shabnam Dawran y Khadija Amin, a quienes se les impidió acceso a la RTA, se les indicó que debían devolverse a sus casas hasta nuevo aviso, por lo que temen por su integridad y sus vidas.

“Todo lo que hemos logrado durante 20 años desaparecerá. Los talibanes son los talibanes. No han cambiado”, comentó Amin en un contacto registrado por la FIP y que alude a normas que en el pasado impuso la milicia talibana para negar el derecho al trabajo de las mujeres.

La FIP declaró que su atención y preocupación “por la situación que enfrentan ahora las mujeres periodistas que trabajan en el país bajo el liderazgo de los talibanes y el impacto en la información de los medios”.

También corresponsales y enviados de la prensa internacional han registrado agresiones y limitaciones para ejercer su trabajo en los últimos días en la capital, Kabul, y en ciudades del interior de Afganistán.

En este marco, los talibanes realizaron un recorrido para hallar a un comunicador de Deutsche Welle, sin embargo, él se mudó a Alemania, por lo que, al no encontrarlo, asesinaron a uno de sus familiares y dejaron gravemente herido a otro.

Frente a esta situación, Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, realizó un llamado para que se garantice la libertad de expresión y la seguridad de los periodistas en Afganistán, en línea con las normas internacionales y los derechos humanos.

El acceso a una información fiable y a un debate público abierto mediante medios de comunicación libres e independientes es esencial para que los afganos vivan en la sociedad pacífica que merecen. Abundó que, en este momento, en donde la incertidumbre y el temor es una constante para la ciudadanía afgana nadie debe tener miedo de decir lo que piensa y se debe garantizar la seguridad de todos los periodistas, en especial de las mujeres.

La directora general de la Unesco señaló que en especial las mujeres periodistas deben poder seguir con su crucial labor.

La Unesco señaló que espera que los avances que se han logrado en el país asiático no se reviertan, y que las mujeres periodistas pueden seguir con su labor, como, señalan, se destacó en las recientes declaraciones de los talibanes sobre que no habrá represalias ni amenazas para este sector.

La Organización toma nota de las recientes declaraciones de que no habrá amenazas ni represalias contra los periodistas y pide que este compromiso se respete y se cumpla rigurosamente en todo el país.

A lo largo de los últimos veinte años, el trabajo de la UNESCO ha incluido la asistencia en la formulación de nuevos marcos legislativos, la contribución al desarrollo de los medios de comunicación comunitarios, la mejora de la educación periodística, la promoción de la igualdad de género en los medios de comunicación y el fortalecimiento de la radiodifusión educativa.

Los peligros para el periodismo no se limitan a los episodios asociados a la captura del poder por el talibán este agosto, pues según la Unesco solo este año al menos siete periodistas, entre ellos cuatro mujeres, han muerto en actos de servicio.

La Unesco reiteró que mantiene su “compromiso de seguir apoyando la libertad de expresión y el acceso a la información de todos los afganos de todas las maneras posibles”.

La organización recordó que en las últimas décadas “ha ayudado y participado en el desarrollo de un sector de medios de comunicación profesional, dinámico y diverso en Afganistán, que sigue demostrando un extraordinario compromiso con el público, incluso frente a la violencia y las amenazas”.

Ese trabajo incluyó asistencia en la formulación de nuevos marcos legislativos, contribución al desarrollo de los medios de comunicación comunitarios, mejora de la educación periodística, promoción de la igualdad de género en los medios de comunicación y fortalecimiento de la radiodifusión educativa.

Las organizaciones profesionales pidieron mantener la atención internacional sobre el trabajo de la prensa en Afganistán, y el CPJ solicitó al gobierno estadounidense que facilite el paso seguro fuera del país asiático y proporcione visas de emergencia a los comunicadores en peligro.

La UNESCO mantiene su compromiso de seguir apoyando la libertad de expresión y el acceso a la información de todos los afganos de todas las maneras posibles.


Y por otra parte los periodistas, Reporteros Sin Fronteras (RSF) pide al Consejo de Seguridad de la ONU que convoque una reunión urgente sobre la

situación de los medios de comunicación en Afganistán. El Consejo de Seguridad, que adoptó las resoluciones 1738 (en 2006) y 2222 (en 2015) sobre la

protección de los periodistas, puede contribuir ahora de forma decisiva a garantizar la protección de los periodistas y los medios de comunicación en

Afganistán. Sólo una respuesta concertada de los Estados puede abordar el terrible reto al que se enfrentan hoy los periodistas y trabajadores de los

medios de comunicación afganos.

“Plan de emergencia para el periodismo afgano”, que incluiría:

  • Garantías para la seguridad y protección de los periodistas y medios de comunicación afganos allí donde se encuentren

  • Asistencia al exilio para los periodistas que lo soliciten, en particular la simplificación de los procedimientos de visado y el pago de los gastos de viaje

  • La creación de un fondo para financiar las necesidades inmediatas de los periodistas y medios de comunicación afganos, estén donde estén

  • Coordinación y consulta para garantizar la sostenibilidad de los medios de comunicación afganos y su posible traslado al extranjero, incluso a los países vecinos

  • Apoyo a organizaciones afganas como el Centro para la Protección de las Mujeres Periodistas Afganas (CPAWJ) y el Comité de Seguridad de los Periodistas Afganos (AJSC).

Este plan puede estar sujeto a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que incluya una petición a todos los Estados miembros para que apoyen el periodismo afgano, tanto en el país como en el extranjero.

En las últimas semanas, un centenar de medios de comunicación han cesado su actividad, mientras que miles de periodistas se esconden o tratan de huir del país. Los que siguen operando trabajan bajo las condiciones establecidas por los nuevos amos del país. Los talibanes se comprometieron con Reporteros sin Fronteras, y luego en su conferencia de prensa, a respetar la libertad de prensa. Estos compromisos sólo pueden ser recibidos con el mayor escepticismo.

“La fórmula Arria, para debatir la situación de los periodistas y los medios de comunicación en Afganistán, tras la toma del poder por los talibanes en Kabul, y elaborar un plan de emergencia para el periodismo afgano.”

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